El pasado no es igual al presente, y, segun el filosofo Santayana, esta bien que asi sea. Pensandolo bien, uno no puede menos que aceptar esta idea: que la Torre La Vega de antes no sea igual a la ciudad que ahora conocemos es logico, todo cambia, nosotros mismos cambiamos.
Borges, el gran Jorge Luis Borges, solia usar un ejemplo que sirve para entender el paso del tiempo: decia que cuando uno baja a un rio no es lo mismo que haber bajado a un rio antes, porque en el presente el rio es distinto -la corriente nunca detiene su marcha- pero uno tambien es distinto.
Hoy, usted, vive en la misma ciudad de siempre pero no es la misma ciudad que cuando usted era niño porque las cosas han cambiado, y usted mismo a cambiado, y sus hijos han cambiado. Tomemos un ejemplo: usted, de niño, pasaba las tardes jugando con sus amigos, correteando por las calles, disfrutando la libertad de que no existieran, todavia, computadoras que lo obligaran a encerrarse en una habitancion para "chatear" con los demas.
En esa epoca, incluso los premios de los padres eran otros, en esa epoca uno se pasaba las tardes corriendo porque sabia que, al finalizar la tarde, recuperaria energia probando la rica naranja valenciana que nuestros padres nos daban.
Los niños de hoy, nuestros propios hijos, no han probado verdaderas naranjas, porque las naranjas que comen no son naranjas naturales como aquellas que comimos nosotros y nuestros padres y los padres de nuestros padres, naranjas verdaderas y no criadas en oscuros laboratorios.
Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada. La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores.
Si usted vive en Torre La Vega y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores: http://www.naranjasdelmijares.com
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